viernes, 22 de octubre de 2010

Triángulo de 4

A veces me paro a pensar como la gente, entra y sale de tu vida. Unos dejan una huella inmensa tras su paso, y otros sin embargo se van sin que apenas notes su ausencia.

Hoy me duele, mañana quizá no. Me da mucha pena pensar que la falta de madurez puede llegar a causar tanto dolor en una persona. Me duele la mentira y la hipocresía. Pero sobre todo, la decepción; el confiar en alguien y que te mienta a la cara, que te sonría, que te hable,.. y que luego, se dedique a ponerte las cosas lo más difícil posible, que se aproveche de conocer tus puntos débiles para explotarlos hasta la saciedad.

Son tan sumamente incoherentes algunos comportamientos de los seres humanos, que muchas veces no les damos ni tan siquiera una pizca de importancia. No al menos, hasta que el globo se hincha tanto que revienta. Es entonces, cuando echas la vista atrás, y piensas en todas aquellas "incoherencias", esos recuerdos que quedaron almacenados en tu memoria, pero sin hacer mella en aquel instante.

Gracias a esos recuerdos, a esos comportamientos que ahora sí, tengo en cuenta. Gracias a eso, me doy cuenta, de la capacidad de manipulación que posee el ser humano.

Yo creo que las personas, nacemos con un 50% de poder de manipulación, y con otro 50% de posibilidades de ser alguien potencialmente influenciable. A medida que vamos creciendo, la balanza de la manipulación y la influenciabilidad, varía según nos formamos como personas. Llegados al punto en el que alcanzamos nuestra madurez, esos niveles quedan estancados, y dificilmente podemos cambiarlo.

Todos, y cada uno de nosotros, en un momento dado, hemos manipulado, porque al fin y al cabo, todos sin excepción somos en cierto modo, egoistas. Y todos, nos hemos sentido influenciados, y/o lo hemos sido.

Yo no se si mi balanza se inclina más por lo uno, o por lo otro. Porque "quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Pero lo que sí se, es que he sido manipulada, bien para unas cosas u otras, al antojo de otra persona que ha conseguido un beneficio más que inmediato de esta manipulación.

Desconozco si dicha persona es o no consciente de lo que ha hecho; desconozco si ha habido intencionalidad alguna en sus actos o no. Pero lo que sí se, y a ciencia cierta, es que posteriormente se ha dado lugar una malicia y un intento de justificar lo que ha hecho/dicho.

Bien, ante esto solo diré, que si tienes que justificarte ante alguien, esa persona soy yo. Y el perdón es algo que no muchos se merecen, y que muchos ofrecen sin pensarlo dos veces.

Se que no me lees, pero desde aqui me desahogo y te digo, que el que calla otorga. Yo no me puedo poner a tu nivel actual, porque no me sale hacerlo. No puedo tener una actitud ni mucho menos parecida, porque no me sale hacerlo. Y no te perdonaré porque tu no quieres mi perdon. Porque a ti no te da pena, salir de mi vida sin dejar huella.

Y si eso es así, todo lo bueno que hubo, se queda en nada. Porque si no lamentas que alguien se vaya de tu vida, es que no apreciabas su presencia. No valorabas estar dentro del círculo que rodea a una persona.

Pero díré algo mas. No hay nada tan bonito, como que alguien cuente contigo, y confie en ti. No hay nada tan preciado como ser importante en la vida de alguien. Y tu, no has valorado algo que tan importante es en las relaciones entre los seres humanos.

Dicho esto, me retiro. Abandono la guerra que jamás empecé.

P.D: Tengo miedo, y mucho, de que tu también caigas en ese juego. No lo creo, y espero de todo corazón que no sea así.

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